El principal factor es el económico, pero también es una ventaja al momento de adaptarse a las nuevas rutinas. Las residencias son una solución a medida que albergan un combo de virtudes que entusiasman a padres e hijos.
Llegar a la ciudad de Córdoba para estudiar en la universidad es un desafío para toda la familia, primero, el tema del desarraigo, segundo porque cambia por completo la rutina, las responsabilidades y las emociones se tornan por momento incontrolables.
Después de decidir la carrera, un acertijo importante es ¿dónde alojarse?
Entre la variada oferta inmobiliaria que ofrece la ciudad de Córdoba, las residencias universitarias resuelven por completo todas las variables: economía, seguridad y acompañamiento.
En este sentido, la encargada de las residencias CH, Sofía Moreno, señala: “Desde el punto de vista económico las ventajas son varias: no hay gasto contractual, no se paga contrato, ni informe de garantía ni el mes de depósito, al menos en residencias CH no se cobran esos ítems”.
Vale recordar que para alquilar una habitación en residencias CH se abona el mes y la matrícula de ingreso por única vez.
La vida en la residencia
En la ciudad de Córdoba hay una variada oferta de residencias, algunas más cercanas a las principales facultades y otras un poco más alejadas.
En el caso de las residencias CH la mayoría están estratégicamente ubicadas para que los inquilinos no gasten en transporte, los que se trasladan a las universidades de la periferia tienen una excelente conectividad.
En cuanto a la casa en sí, hay residencias mixtas y/o sólo de mujeres, con habitaciones privadas con baño y otras a compartir con baño.
En las residencias CH los espacios comunes, tales como, la cocina, la sala de estudio, salón de esparcimiento y terraza están completamente equipados para que los inquilinos tengan todas las comodidades. Al respecto agrega Sofía: “La cocina es de horario libre, la usan cuando la precisan sin limitaciones. Cada uno maneja sus horarios, tienen su llave personal de la habitación y de la residencia. Nos adaptamos porque los chicos tienen horarios cambiantes algunos trabajan, otros tienen clases hasta tarde, por lo tanto, los espacios comunes son de uso libre”.
La conexión a internet está garantizada con un moden cada dos habitaciones contemplando las clases virtuales y/o las videollamadas que realizan con la familia.
En las residencias es común que se generen grupos, los cuales se organizan para las compras, la comidas, entre otras rutinas.
Ventajas exclusivas
La seguridad es un tema ineludible por eso conocer el entorno donde está ubicada la residencia es indispensable, sobre todo, para aquellos que finalizan el cursado de noche. En residencias CH hay cámaras de seguridad y un encargado de mantenimiento diario. Incluso se ofrece la posibilidad de abonar allí para evitar trasladarse con el dinero a otro sitio.
La etapa universitaria conlleva adaptarse a nuevos contextos, personas, hábitos y costumbres por eso una residencia, en este sentido, es un alojamiento adecuado porque quienes habitan la casa están en la misma sintonía.
“Venir a estudiar de cualquier otro sitio a Córdoba por primera vez es un desafío para todos, los chicos (la mayoría tiene 18 años) en una residencia están acompañados por pares y se generan vínculos familiares de amistad muy lindos, ellos comparten su vida diaria y rutina; comparten el mismo desafío”, enfatiza Sofía.
En definitiva, a las ventajas propias de esta tipología de alojamiento, las residencias CH tienen un plus exclusivo: descuentos y beneficios en servicios y comercios amigos, tales como, red de gimnasios Fitness Group (más de 50 gimnasios con distintas actividades como, por ejemplo, zumba, natación, strong, musculación, entre otras). También en locales de indumentaria y artículos deportivos, bares y otros.
