“La clave es empezar a moverse, el cuerpo es el único templo que siempre vamos a habitar”

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Recomendaciones desde ZOOM Fitness Center, info de alto calibre y truquitos para vencer la pereza. ¡A moverse!

En la etapa universitaria la rutina se transforma de manera vertiginosa, los horarios se desequilibran y es casi imposible planificar cada día y/o seguir una rutina.
Más allá de todo, la actividad física debe estar en la lista siempre o, al menos, dos o tres veces por semana para contrarrestar todas las horas que se pasan frente a la pantalla o sentado.

En este sentido, el entrenador de Zoom Fitness Center, Gonzalo Cabrera, destaca: “El ejercicio físico regular ayudará a prevenir enfermedades cardiovasculares y a que nuestro cerebro y capacidad de pensar y aprender se mantengan activos”.
Además, recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda entre 150 y 300 minutos por semana a la actividad física moderada.

La importancia de incorporarla a la vida diaria aplica a nivel físico y mental. “Con el entrenamiento nuestras células mantienen un alto nivel de oxigenación, lo cual nos facilita a mantener los niveles de concentración y atención, por eso es importante ser regular con el ejercicio físico en la época universitaria. También es importante para socializar y conocer otras personas, eso ayuda a desconectar e incorporar al día un momento de satisfacción personal”, asegura Gonzalo.

Beneficios

Entre los beneficios que tiene la práctica habitual de deportes o cualquier otra actividad, se destacan:
. mejora la composición corporal,
. salud cardiovascular,
. reduce el estrés y el riesgo de contraer enfermedades, tales como, hipertensión, diabetes, colesterol, osteoporosis, retrasa la aparición de sarcopenia (pérdida de la unidad funcional del músculo habitual después de los 30 años en personas sedentarias).

Recomendaciones

La frecuencia e intensidad del entrenamiento depende de cada persona, depende de las metas y recursos, sobre todo tiempo.
Al respecto, señala Gonzalo: “Si consideramos que tenemos 7 días por semana, recomiendo entre 2 y 3 sesiones de entrenamiento y el resto de la semana (y de cada día) tratemos de mantenerlo activo, con movimiento, salir a caminar o andar en bici. Sugiero programar correctamente el entrenamiento y también si se puede, aprovechar alguna actividad extra, por ejemplo, jugar al futbol, al paddle o cualquier otra actividad que no esté programada, ya que, es un buen complemento para la distensión y diversión”.

En relación al plan de ejercicios depende de cada persona, considerando el tiempo, la meta que se proponga, las características de su trabajo (sedentario o no), su vida diaria. Todo ello va a permitir al entrenador diseñar el plan adecuado para cada persona.

La sugerencia del entrenador de Zoom Fitness Center es un plan simplificado: “Ejercicios que sean realizables, multiarticulares para que trabajen varias articulaciones a la vez, con un profesor que acompañe en el proceso, lo cual es muy importante. Siendo principiante las mejoras se evidencian de inmediato. Cada día es un pasito más cerca hacia el objetivo que se proponga”.

La epopeya: crear el hábito

Gonzalo Cabrera aconseja:

PRIMERO. Buscar actividades que realmente gusten, que no sean por compromiso.
A quienes les cuesta entrenar tratar de hacerlo con una persona cercana y acompañarse mutuamente, pero sobre todo, tener la posibilidad de ir buscando actividades que disfrute, puede ir probando diferentes actividades que hagan bien y sentirse parte”.

SEGUNDO. Programar los entrenamientos. “De esa manera enviamos señales a nuestro cerebro de que tenemos algo pendiente, en un horario fijo, eso ayuda a ir generando el hábito”.

TERCERO. Activar. “La motivación surge en el momento. Lo mismo pasa con las dietas, cuándo empezar. Sugiero actuar, la motivación viene con el tiempo, cuando empiezo a sentirme mejor o cuando empiezo a ver cambios aumenta la motivación, sobre todo, ir cumpliendo un objetivo a la vez”.

BONUS. “Mientras más cuidemos el cuerpo más tiempo vamos a tener. El entrenamiento tiene que ser la base para conservar la autonomía a nuestra tercera edad. Lo que hagamos en la juventud y adolescencia va a repercutir en la adultez y en la tercera edad”.