Un equipo de investigadores de la Universidad Siglo 21 trabaja en el desarrollo de la web 3.0

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En un artículo reciente de la institución académica, se destacó que la Web 3.0 representa un cambio paradigmático hacia un modelo más descentralizado, seguro y enfocado en el usuario.

El proyecto perteneciente al equipo de investigación de la Licenciatura en Informática del Decanato de Ciencias Aplicadas está dirigido por Eduardo Enrique Piray y co-dirigido por Miguel Ángel Méndez Garabetti de la Universidad Siglo 21. Además, lo integran los adscriptos Adrián Matías Domínguez, Sergio Mauricio Verón, Federico Nicolás Escudero y Soledad Ruiz Díaz, y los pasantes Matías Gonzalo Mena y Axel Oscar Romero.

Fiel a su filosofía, la Universidad Siglo 21 reafirma su compromiso con la innovación tecnológica y la búsqueda de soluciones a los desafíos que plantea la transformación digital global, aportando su conocimiento para construir un futuro donde la seguridad y la autonomía prioridad.

Particularidades

En la Web 2.0 los datos y las interacciones son controlados por grandes corporaciones, en cambio, en la Web 3.0 se pretende que cada individuo tenga mayor autonomía sobre su información personal. Este modelo utiliza tecnologías de vanguardia, tales como, blockchain, contratos inteligentes y criptografía avanzada para garantizar transparencia y privacidad.

La Web 3.0 plantea desafíos técnico y también éticos, legales y sociales, especialmente en lo que respecta a la gestión de la identidad digital, uno de los pilares fundamentales de esta nueva era.

Sobre el proyecto

El proyecto de investigación interinstitucional conocido como «Estudio de técnicas de identidad digital de usuarios hacia la Web 3.0» tiene como finalidad analizar los protocolos y mecanismos de seguridad asociados a la identidad digital, así como, su integración en aplicaciones web, para garantizar una experiencia digital segura, eficiente y transparente.

La identidad digital se ha convertido en el eje central de la interacción en entornos virtuales. En la transición hacia la Web 3.0, donde se promueve el control descentralizado de los datos, garantizar la privacidad y la seguridad de los usuarios se vuelve un desafío urgente. Este proyecto busca no solo identificar las vulnerabilidades actuales de los sistemas, sino también desarrollar soluciones innovadoras que permitan validar identidades de manera segura sin comprometer la privacidad.

Etapa explorativa

Entre las herramientas emergentes que se están examinando destacan la particularidad de blockchain, a través de la cual se puede almacenar y validar identidades de manera descentralizada y confiable.
En relación a la autenticación biométrica, se destaca la facilidad en los procesos de validación mediante características únicas, tales como, huellas dactilares o reconocimiento facial.

Imágenes extraidas de internet a título ilustrativo.

La criptografía avanzada por su parte, proporciona métodos de encriptación más seguros para proteger los datos personales de los usuarios.
Durante el trabajo del equipo de investigación se priorizará encontrar un equilibrio entre la usabilidad y la seguridad. Las soluciones deben ser lo suficientemente robustas para proteger los datos, pero también intuitivas para que cualquier persona, sin importar su nivel de conocimientos técnicos, pueda utilizarlas.

Además, la interoperabilidad entre plataformas es un aspecto clave. En un ecosistema digital donde los usuarios interactúan con múltiples servicios y dispositivos, es esencial garantizar que las técnicas de identidad digital funcionen de manera coherente en diferentes entornos.

En resumen, el proyecto trasciende el ámbito académico, pues la intención es contribuir al diseño de políticas públicas relacionadas con la ciberseguridad y la protección de datos. También busca proponer estándares internacionales que regulen la gestión de identidades digitales en la era de la Web 3.0, promoviendo un ecosistema donde la confianza, la privacidad y la seguridad sean pilares fundamentales. Además, se abordan aspectos éticos y legales para desarrollar regulaciones más efectivas que puedan ser implementadas a nivel gubernamental. Esto permitirá fortalecer la autonomía de los usuarios sobre su información personal y fomentar un internet más seguro y transparente.